Adiós fiordos, adiós Noruega
Tras disfrutar de una semana mágica de naturaleza, barco, excursiones, compañía, experiencias, comida, familia, ... como todo acaba, regresamos a casa. ... y como si hasta el tiempo nos quisiera abrumar, el recibimiento en Galapagar fue el día más tormentoso y lluvioso que recordamos en verano por la sierra de Madrid. Un temporal. ¿Veníamos de Noruega (con sol) y llegábamos a España (diluviando)? ¿O todo era un sueño? Por suerte no lo ha sido, y creo que las 5 recordaremos este viaje y los momentos vividos, como algunas de las mejores experiencias de nuestra vida.